Ya hace más de un mes que no escribo nada, y ya va siendo hora de volver a cabalgar por esta tierra. En este tiempo es evidente que han sucedido hechos a diario que merecen comentarios, pero ya ha pasado el momento y se han marchitado como flores sin agua. No obstante, este santo país en el que nos tocó nacer para bien no deja de darnos motivos para la risa o mejor dicho, el llanto. Por desgracia tenemos una clase de dirigentes políticos que en lugar de gobernar el país prefieren estar siempre a la guerra partidista . Tal como van las cosas, o sea mal, el futuro no se presenta bonito y lo peor es que ninguno está por la labor de cambiarnos el porvenir. Unos, aferrados al poder como lapas, que con tal de no soltarlo se saltan todo a la torera, nos toman por imbéciles y viven como marajás. Y cuando se les pide explicación de lo que van a hacer para sacarnos de los últimos puestos de Europa, siempre aluden a la falta de colaboración de los otros, los que no tienen la responsabilidad de gobernar. A eso le llamo yo falta de asunción de responsabilidades. Y los otros, tampoco se salvan, ya que no están a la altura de lo que la situación exige. No seré yo quién les diga lo que han de hacer ni las medidas que deben tomar para encarrilar este tren llamado España, pero sí constato que unos y otros dejan mucho que desear. La talla de nuestros políticos no es alta precisamente; algunos parecen haber salido hace cuatro días de la escuela primaria. Baste el ejemplo de ayer: como la crisis económica no nos acucia en absoluto, podemos tomarnos todo el tiempo que sea para adoptar alguna medida paliativa. Y como no hay prisa, pues creamos una comisión. Ya se sabe que cuando quieras que algo no se resuelva, crea una comisión y a chupar dietas del bote de los paganos.Y los paganos a mantenerlos bien atendidos. Lástima que estén tan ciegos como para no prever a la situación a la que nos conducen. Y mientras tanto, en Europa no confían en nosotros ni en nuestras posibilidades. ¿Es así como se aprovecha la Presidencia de turno? Pues para esto mejor que no nos hubiera tocado, por lo menos estarían menos pendientes de nosotros y de la imagen que damos fuera. Así están las cosas hoy y nada hace presagiar mejoras. A seguir tirando como podamos y mirando el céntimo de euro como si de oro se tratase..........