Para esa fecha está prevista la llamada Huelga General, que no parece ser otra cosa que tomarse un día libre a la fuerza por decisión de algunos sin contar con tu voluntad como ser humano y trabajador. Por supuesto que ese día de vacaciones que nos quieren obligar a tomar va acompañado de la correspondiente deducción del salario. Deducción, que no sé por qué trucos de magia, supone más que cuando recibes la nómina y divides por los días del mes. Siempre lo que te minoran es más que lo que te pagan. Si yo multiplicara lo que me supone un día de huelga por 30 días me saldría un sueldazo. O sea, siempre hay trampa...
Pero al margen de estas consideraciones, que no son banales en absoluto, me preocupa más que el derecho a la huelga prime por encima del derecho a trabajar de quien así lo decida. El objetivo de los sindicalistas no parece ser otro que paralizar el país, con el consiguiente salto de pértiga por encima de la libertad individual. O sea, un derecho mal entendido y mal ejercido. Y todo gracias a los llamados piquetes informativos, que a base de coacción, bloqueo de entradas a los centros de trabajo y demás acciones informativas impiden el normal funcionamiento de la actividad diaria.
Yo no sé como será una jornada de estas características en otros paises, pero sí que tengo claro que a esta sociedad nuestra, la española, le falta algo que aprender. Algo tan sencillo como el respeto a la libertad de los demás, que nadie puede ni debe saltarse para conseguir sus intereses personales. Mientras los individuos vean mermados sus más intrínsecos derechos, no seremos libres, y una sociedad en la que sus individuos no son libres no es sociedad ni nada. Es una manada de ejemplares sueltos cada uno campando por libre sin pensar en los demás. O sea, que nos queda mucho por andar en ese terreno y creo que para mi onomástica aún no lo habremos conseguido. Habrá que esperar a la próxima....