
Después de tan sana recomendación, y respetando las aficiones de cada uno, que para eso dicen que tenemos libertad de elección, (???) me dispongo a plantear una alternativa para los fines de semana por la noche, después de haber hecho lo que se tuviera que hacer, salir de cena, al cine, etc...
Al volver al hogar, y sobre todo si no hay obligación de madrugar, frente a la televisión manipuladora, interesada y con fines de adoctrinamiento y aborregamiento general, la noche de los fines de semana se me antoja ideal para bucear en el mundo del misterio. Misterio con grandes letras que abarca e incluye toda inquietud de conocimientos y ansias de saber del ser humano desde el principio de los tiempos. Incluso en el transcurso de la vida diaria, aunque no nos enteremos, suceden hechos misteriosos para los que la respuesta no es tan fácil como pudiera pensarse. Y eso sin profundizar en los grandes temas clásicos que siguen sin respuesta a fecha de hoy.
Llegada la medianoche es el momento de situarse al frente la mesa de despacho, iluminada con la tenue luz de una lamparita y dejarse transportar a otros mundos, bien a través de la lectura adecuada o lo que más se lleva ahora, los podcasts y archivos sonoros. Es como cuando de jóvenes nos íbamos a la cama con el auricular del transistor puesto y dispuestos a pasar un poco de miedo con programas tan emblemáticos como Medianoche, Espacio en Blanco, etc...
Las voces grabadas en los cementerios, el avistamiento de luces en el cielo y la aparición de caras en el suelo de una vieja cocina de pueblo nos hacían sentir vivos y olvidarnos de los temas mundanos. Nuestro corazón temblaba cuando escuchábamos aquellos relatos y nuestra mente imaginaba cómo serían los habitantes de otros mundos más allá de nuestras estrellas.
Algunos de esos programas han desaparecido con la desaparición de sus investigadores, pero otros se mantienen a lo largo del tiempo con la misma ilusión y fuerza que el primer día.
Con la tecnología de hoy no es necesario escucharlos en el momento en que se emiten a las ondas. Tan sólo hay que seleccionarlos en la plataforma correspondiente y llevarlos siempre encima para poder darles vía libre cuando más nos apetezca. La oferta es tan extensa que hay para elegir lo que más apetezca en cada momento y situación. Y misterios hay para dar y tomar en cantidades abundantes, como para no aburriros y disfrutar de lo oculto y dejar que la piel de gallina aparezca a la mínima. Desde civilizaciones antiguas cuya extinción permanece sin resolver, hasta los más desafiantes avances tecnológicos que nos hacen aterrizar en planetas y asteroides lejanos, pasando por las sábanas irradiadas y el poder oculto de las sociedades secretas, se abre ante nosotros toda una vasta extensión de temas que invitan a buscar respuestas que satisfagan nuestra curiosidad.
Y para ello y como no podía ser menos, la plantilla de periodistas e investigadores dedicados a estos temas es cada día más amplia y más preparada en todos los sentidos. Herederos de los referentes del pasado pero con más
y mejores medios tecnológicos. De ahí que los podcasts y radios del misterio hayan crecido de forma inaudita en las últimas décadas. Desde luego una delicia y un placer. Noches de misterio, noches con encanto...