Y esa pregunta tan manida y manoseada es : Cuál es el sentido y objetivo de mi vida???
Y lo triste y descorazonador es llegar a una determinada edad física, que no emocional ni mental y seguir haciéndote esa pregunta casi a diario.
Y es que nos pasamos gran parte de nuestra vida diaria realizando tareas completamente repetitivas sin pararnos a pensar cuál es el objetivo de nuestra humilde existencia.
Todos los días nos levantamos para ir a trabajar, con objeto de pasar un puñado de horas hipotecado para que alguien a final del mes te ingrese la nómina que te permita seguir otro mes, o muchos años enganchado al sistema. Y así vamos tirando las 24 horas de cada día, repitiendo la misma rutina y sin pararnos ni un minuto a pensar en el sentido que tiene todo ello. Nos movemos con prisas en una sociedad que no para ni para coger aire de nuevo y seguir respirando.
Pero quizá una de las sensaciones más tristes es no saber por qué haces las cosas ni para qué. Y la pregunta es bien sencilla y al tiempo difícil de responder. Y es que todos nos enganchamos a un carro al que nos dicen que hay que subirse, sí o sí, te guste o no te guste, sin saber hacia donde se dirige el carro ni quién lo conduce.
Normalmente, o en la mayoría de los casos el carro lo conducen otros, pero nunca te dicen hacia dónde van. Simplemente te invitan a que subas sin hacer preguntas o te quedas tirado en el suelo hasta que vuelva a pasar otro carro y te vuelvan a invitar a subir.
Pero una cosa está clara, tú solo eliges subir o quedarte en tierra. todo lo demás no depende de ti. Nuestra capacidad de elección es bastante limitada. Si decides subir serás bienvenido y tendrás las gratitudes y alabanzas de los que ya se han montado, y si te quedas en tierra serás considerado un proscrito o como se dice ahora "negacionista". Esa palabrita de moda que se han inventado para menospreciar al que no comulga con lo establecido y se cuestiona lo incuestionable. Y por supuesto será mal visto y criticado por todos, aunque en lo más intimo de tu alma estés convencido de lo que haces y el por qué.
Pero todos deberíamos saber a qué hemos venido a este mundo. Si para ayudar a los demás o para enriquecernos con dinero y ego. Porque a ambas son 2 formas de hacerse rico. Unos viven del estatus social y otros del poder que te otorga tener bien rellena la cuenta bancaria. Pero al margen de estas banalidades nada más.
Muy desalentador en el segundo de los casos. En cuanto al primero de ellos existen diferentes formas de hacerlo. Bien a través de la transmisión de nuestros conocimientos, de forma altruista o remunerada. Porque al mismo sitio se puede llegar por diferentes caminos, mientras tengas claro el destino de tu vida. Entre un profesor un misionero no hay tanta diferencia, salvo la forma en la que cada uno es retribuido.
La duda importante es levantarse cada mañana y tener claro qué vas a hacer en las horas que tienes por delante y por qué y para qué. Y está claro que ganar dinero no es suficientemente atractivo, pues el dinero lo mismo que se gana se gasta, y aunque ayude, no nos da la felicidad y paz interior que necesitamos como seres humanos.
Por tanto, la pregunta no es baladí en absoluto. Sentirse bien interiormente con uno mismo es reconfortante y gratificante. Sólo así conseguiremos tener un momento de descanso que nos nutra de energía y vitalidad para afrontar un nuevo amanecer. Porque los días pasan y no vuelven, y está claro que nuestro día a día no puede estar basado en quedar con los amigos, salir a comer o cenar o irse de cañas. Tiene que haber de todo, pero ninguno de esos pueden ser nuestros objetivos vitales. Al menos así lo entiendo yo, y así lo he entendido siempre.
Por ello, considero de suma importancia la pregunta. Debemos entender que un ser humano es algo más que un cuerpo físico y que el "alma" o espíritu son parte inseparables de nosotros mismos y al mismo tiempo son complementarios.
Llegados a este punto lo dejo y me retiro a mis aposentos a seguir buscando en mi interior ese objetivo que me haga sentir bien conmigo mismo y el entorno que me rodea.
Y prometo que cuando vaya descubriendo algo lo dejaré también escrito por si a alguien le sirve de ayuda.