domingo, 25 de mayo de 2014

Week-end eufórico

Al final de este domingo, como tantos otros durante el año, mucha gente estará contenta tanto por dentro como por fuera.
Hemos tenido un fin de semana completito para que todos tengan motivo de alegría o lamento.

Un sábado portugués dividido entre madridistas y atléticos disputándose el máximo trofeo europeo. Cuando media España pensaba que todo estaba acabado a favor de los "débiles", llega el consabido golpe de suerte y da la vuelta completa al evento. La diosa Cibeles vuelve a ganarle la batalla al marítimo Neptuno, a escasos metros de distancia. El desconsuelo de unos alimenta la supremacía de otros. Anoche los aficionados de ambos equipos trasnocharon más de la cuenta, bien para celebrar un título como para lamentar una derrota más.

La celebración culminó a primera hora del domingo con la llegada triunfante de los poderosos.
Y llega el domingo, día de elecciones europeas para poner punto y final a una "campaña" estúpida basada en los cotilleos y mentiras y en la que no se ha hablado precisamente de la política del continente a cuya estructura, para bien o mal, pertenecemos.

A estas horas, los medios de comunicación batallan por acertar en sus predicciones y corroborar los resultados que prevén. Cada uno arrima el ascua a su sardina y nadie quiere reconocer el posible fracaso o gran batacazo. Todos se sienten ganadores, como no podía ser de otra manera, ya que su único objetivo de ahora en adelante es seguir colocados en algún puestecillo que les permita cobrar un sustancioso sueldo mes a mes. Y que siga la feria. No irán a Europa a defender nuestros derechos, no nos engañemos. Irán a defender su silla y cuanto más tiempo duren en ella, mejor para ellos. Y peor para nosotros. Pobrecitos administrados que nos manipulan por doquier. 

Según dicen la participación ha sido algo más alta que en eventos pasados. Eso tiene varias lecturas: o a la gente le preocupa más la política que se dicta desde el exterior y que nos atañe directamente o bien que están hartos de los dirigentes de toda la vida, que nacieron a la luz del partido de turno y quieren dar cancha a grupos minoritarios para que que el pastel esté un poco mejor repartido. Cualquiera sabe...
Pero no nos preocupemos: seguiremos siendo los mal administrados fritos a impuestos, cabreados día día con la vida que nos hacen tragar y sin protestar, que puede ser peor. Por mi parte pueden seguir haciendo lo que quieran. No tienen apoyo mío alguno. Yo también he dedicado el día de hoy a Europa. Pero de forma más relajada y sin políticos. Y muestra de ello es la foto que ilustra este comentario. Y a vivir, que la vida son tres días y dos de ellos son fin de semana...............

viernes, 9 de mayo de 2014

La marca de la tragedia

Hoy es jornada triste en el corazón de mucha gente de este país. Anoche nos acostábamos con la noticia de un accidente de tráfico a los que por desgracia ya estamos acostumbrados.
 Pero ayer no era un fin de semana con más circulación de lo habitual, ni fue un accidente habitual tampoco.

Anoche la vida en plena efervescencia de cinco chavales deportistas fue arrancada en un minuto y nadie le encontrará explicación más allá de la causa del propio accidente.
En este país agrícola, cada vez menos por que nos están arrancando los cultivos desde más allá de los Pirineos, uno de los aun trabajadores del campo que nos quedan cometió una imprudencia y ahí finalizó la trayectoria vital de cinco jóvenes. 
Se trataba del equipo de fútbol sala de mi pueblo, porque lo siento mío a pesar de haber nacido en Madrid.
En Monterrubio de la Serena, municipio pacense de pocos habitantes, no podrán olvidar en muchos años que el autobús que trasladaba de regreso a los jugadores tras un partido en la comarca iba a ser objeto de tal tragedia.
Una máquina de trabajar en el campo, en manos de un imprudente, al parecer bajo los efectos de la droga, causó la tragedia que se llevó la vida de los cinco chavales y dejó marcados al resto de heridos, tanto a nivel físico como emocional. De la misma forma que hemos quedado impactados los que de alguna manera estamos vinculados a esta localidad.

Hace un puñado de años, otra tragedia provocada por las envidias familiares de unos desquiciados llenó de lágrimas la localidad contigua: Puerto Hurraco pasó a la posteridad como la ciudad del crimen. Esta comarca de la Serena queda marcada para mucho tiempo. 

Tres días de luto para que a nadie se nos olvide lo sucedido. Los padres, familiares y allegados de estos muchachos llevarán luto en el alma de por vida, ya que si la muerte de cualquier ser humano afecta, en estas circunstancias lo hace con más fuerza.

Las pregunta  ¿por qué?, queda sin respuesta a nuestro entender. Pero es inevitable cuestionarse qué sentido tiene que cinco vidas finalicen de esta forma y al mismo tiempo. 

Descansen en paz estas almas.