Al final de este domingo, como tantos otros durante el año, mucha gente estará contenta tanto por dentro como por fuera.
Hemos tenido un fin de semana completito para que todos tengan motivo de alegría o lamento.
Un sábado portugués dividido entre madridistas y atléticos disputándose el máximo trofeo europeo. Cuando media España pensaba que todo estaba acabado a favor de los "débiles", llega el consabido golpe de suerte y da la vuelta completa al evento. La diosa Cibeles vuelve a ganarle la batalla al marítimo Neptuno, a escasos metros de distancia. El desconsuelo de unos alimenta la supremacía de otros. Anoche los aficionados de ambos equipos trasnocharon más de la cuenta, bien para celebrar un título como para lamentar una derrota más.
La celebración culminó a primera hora del domingo con la llegada triunfante de los poderosos.
Y llega el domingo, día de elecciones europeas para poner punto y final a una "campaña" estúpida basada en los cotilleos y mentiras y en la que no se ha hablado precisamente de la política del continente a cuya estructura, para bien o mal, pertenecemos.
A estas horas, los medios de comunicación batallan por acertar en sus predicciones y corroborar los resultados que prevén. Cada uno arrima el ascua a su sardina y nadie quiere reconocer el posible fracaso o gran batacazo. Todos se sienten ganadores, como no podía ser de otra manera, ya que su único objetivo de ahora en adelante es seguir colocados en algún puestecillo que les permita cobrar un sustancioso sueldo mes a mes. Y que siga la feria. No irán a Europa a defender nuestros derechos, no nos engañemos. Irán a defender su silla y cuanto más tiempo duren en ella, mejor para ellos. Y peor para nosotros. Pobrecitos administrados que nos manipulan por doquier.
Según dicen la participación ha sido algo más alta que en eventos pasados. Eso tiene varias lecturas: o a la gente le preocupa más la política que se dicta desde el exterior y que nos atañe directamente o bien que están hartos de los dirigentes de toda la vida, que nacieron a la luz del partido de turno y quieren dar cancha a grupos minoritarios para que que el pastel esté un poco mejor repartido. Cualquiera sabe...
Pero no nos preocupemos: seguiremos siendo los mal administrados fritos a impuestos, cabreados día día con la vida que nos hacen tragar y sin protestar, que puede ser peor. Por mi parte pueden seguir haciendo lo que quieran. No tienen apoyo mío alguno. Yo también he dedicado el día de hoy a Europa. Pero de forma más relajada y sin políticos. Y muestra de ello es la foto que ilustra este comentario. Y a vivir, que la vida son tres días y dos de ellos son fin de semana...............