lunes, 23 de abril de 2018

Spanish is a lovin' tongue


Si alguien al ver la imagen que ilustra este comentario, piensa que está mal de la vista, que se desengañe. Que está perfectamente y ve lo que vimos todos el sábado.

Los dos recortes pertenecen a uno de los acontecimientos futbolísticos que más pasiones desatan en esta desconocida patria.
Y digo bien cuando hablo de pasiones ya que al margen de lo deportivo siempre hay algunos sentimientos anidados en las cabezas de los asistentes que utilizan el evento para reivindicar cualquier otra forma de estado que la actualmente vigente.

La final de la Copa del Rey de fútbol, aquí en España claro está,  vista por un montón de millones de espectadores es un acontecimiento para el que se necesita traductor o haber asistido a alguna clasecilla de chapurreo inglés.

Y es que como estamos donde estamos, y los tiempos andan revueltos con el tema de las supuestas independencias y demás adoctrinamientos lingüísticos, pues resulta que RTVE decidió el pasado sábado que los rótulos y etiquetas del partido entre el Sevilla y el FC Barcelona disputado en el Wanda Metropolitan, en Madrid, tenían que estar en inglés, para deleite y disfrute de todos. Y así fue, ya que como digo y bien ilustra la imagen, el idioma de los del Brexit era el universal en esta contienda.

Es más, de haber estado en el campo, cosa que jamás haré por principio propio, me hubiera quedado asombrado y perplejo escuchando a los fanáticos del Sevilla, expresándose en el idioma de Shakespeare tan ricamente y con esa gracia que llevan dentro que les otorga ser de tan noble ciudad. 
Seguramente yo no habría entendido nada de nada, pero es normal. Hablar inglés, o decir que lo hablas y ponerlo de forma destacada en linked in está super de moda y mola cantidad. Siempre y cuando no te hagan superar una prueba de conversación, claro está, porque entonces se nos acaba la bravuconería latina y nos quedamos con los ojos de plato. 

Y es que aunque el evento esté enmarcado dentro de las competiciones europeas, al menos la retransmisión para España por la cadena number one debería haber sido en español. Salvo que los responsables intentaran evitar que los de un equipo se pudieran sentir ofendidos. En ese caso, y con buen criterio, se decide hacerlo en idioma extranjero y así nos cabreamos todos excepto ellos. No me imagino a esos ancianos de cualquier provincia, con la ilusión desatada por ver una final gratis en la tele y entre chato de vino y caña preguntarse entre ellos: Oye, ahí que pone??? No lo entiendo.. Tendré que cambiar de gafas...
No querido buen hombre, lo que tiene es que cambiar de dirigentes o de país, para lo que probablemente ya sea tarde a estas alturas de la vida. Que sepa usted, querido patriota, que en esta piel de toro se habla inglés como idioma nacional y que todo lo demás son zarandajas. Y si no me cree, no hay que ver los anuncios de la televisión o radio. Anglicismos por doquier en una mezcla de spanglish que ni el mejor tejano fronterizo domina con soltura.

Y es que tiene razón mi querida amiga Emmylou cuando titula una de sus canciones "Spanish is a lovin' tongue" ("El español es una lengua encantadora") para cualquiera menos para nosotros, que en no pocas ocasiones preferimos lo foráneo a lo patrio. Y es que no tenemos remedio. 
Esta vez me lo han puesto fácil, sinceramente a huevo....


domingo, 15 de abril de 2018

Mentiras Vitae




Se dice y no sin razón, que un país lo hacen sus habitantes. Y es verdad, al menos en alguna faceta de nuestra historia.
Y en un país de picaresca por excelencia, sabiamente descrito por Quevedo y otros tantos autores, dicha cualidad es la que notablemente sobresale por encima de las demás. En esta tierra el que vive, y muy bien por cierto, es el que sabe mentir y engañar, tanto a los estamentos públicos como a sus congéneres. El resto, los tontos engañados, tan solo sobreviven y a duras penas aspiran a seguir haciéndolo.
En nuestro territorio, en lo único que se ha puesto de acuerdo la casta política de cualquier signo es en la creación de un estado repleto de puestos administrativos y funciones duplicadas en el peor de los casos para llegar a  colocarse todo el que pueda a costa de lo que sea. No es novedad que ahora se haya destapado un caso o sabe Dios cuántos de currículums inflados como globos a punto de reventar.
El tema es más viejo que la historia y ahora no vamos a descubrir lo que tradicionalmente ha sido una práctica generalizada. Es cuestión de oportunismo político y punto. Porque si alguien ha exagerado sus conocimientos y titulaciones no es desde hace unos años precisamente. Los españolitos, y hablo en general porque siempre hay honrosas excepciones, como en todo, somos muy dados a parecer e intentar aparentar lo que no somos. Bien porque la vida no nos ha dado a todos las mismas oportunidades, bien porque cada uno de nosotros, a Dios gracias, somos distintos y no tenemos las mismas potencialidades. El caso es que ahora el tema se ve incrementado debido a la difusión de nuestro perfil en las llamadas redes sociales, en la que tanto confían sus miembros como algunos departamentos de recursos humanos de innumerables empresas. Ahora, en el mundo digital, todo vale y cada uno puede alardear de ser lo que le venga en gana, siendo verdad, media verdad o simplemente pura mentira. Y eso está de moda. Hace años, quien quería trabajar y estaba cualificado para determinado puesto, debía enviar su curriculum vitae a la empresa de sus sueños y esperar que le llamaran. Ahí, se jugaba su contratación con otros rivales también cualificados. Ahora eso no hace falta. Se sube un supuesto currículum a la red de turno y cada uno se auto-titula de lo que quiera. Es fácil mentir, ya que normalmente las empresas se fían más de lo escrito que de comprobar su veracidad. Y no hay más que sacar a la luz interesadamente un caso, para que de repente empiecen a aparecer otros similares que afectan a nuestros dirigentes por doquier. Como dice algún maestro del periodismo, no vamos a tener gomas de borrar suficientes para eliminar todo lo que no procede en los currículums de nuestros dirigentes, sean del signo que sean. Y como tal práctica es común a todos ellos y la veda está abierta, pues todo vale y hasta cualquiera de nosotros entiende que es lícito mentir con tal de conseguir una meta profesional. Ya no vale el mejor preparado, con experiencia y trayectoria demostrada. Ahora lo que pita es ser muy jovencito y haber, o no, estudiado mogollón de cosas. Algunas de ellas no sirven para optar al puesto de trabajo, pero es lo mismo. Muchas páginas repletas de títulos que impacten a primera vista a quien las lea. Lo de menos es el contenido. Por desgracia, y mucho me temo que esta dinámica no va a cambiar, esta forma ilícita e inmoral a todas luces de conseguir un puesto de trabajo en cualquier empresa o administración pública va a seguir siendo la tónica dominante. Y es que somo un país de pícaros, engañabobos, charlatanes de feria y demás. Porque tenemos un auténtico complejo de inferioridad, el cual intentamos disimular o tapar con actitudes poco honorables. Y lo peor es que, sabiendo que somos así, unos acomplejados sin escrúpulos, los que tienen en su mano la potestad para elegir a los mejores, que los hay y muy buenos en todos los campos, se siguen dejando engañar por intereses ocultos que nadie sabe. 
Y es que en este país, donde la enseñanza más básica esta politizada a todas luces, en el que cada comunidad autónoma elige y decide lo que sus potenciales y futuros trabajadores han de saber o ignorar, es un país sin futuro a todas luces. Luego nos preguntaremos el por qué de determinadas actuaciones de nuestros regidores, injustas a la luz de cualquier cabeza medio amueblada. Y no le busquemos más vueltas. Todo es puro interés político y social. Que cada uno mire en su propia empresa, si es que tiene la suerte de pertenecer a alguna y encontrará más ejemplos de los que se imagina. Es cuestión de indagar, y ya sabemos que se coge antes a un mentiroso que a un cojo....
Aquí si que necesitábamos a Mulder y Scully para descubrir expedientes secretos. No darían a basto para una serie interminable, aunque al final sólo descubrirían nuestra triste realidad y que el único misterio que se oculta son nuestras miserias disfrazadas, que a fin de cuentas es de lo que vivimos. Y que siga la Feria, que acaba de comenzar.... Así nos va y así nos irá desgraciadamente salvo evolución no esperada. Y el que esté libre de pecado, que lance la primera piedra.....